sábado, 27 de junio de 2009

DÍAS INOLVIDABLES DE OTOÑO



DÍAS INOLVIDABLES DE OTOÑO

Amada mía: ¿recuerdas aquel otoño en las afueras de Viena? Fueron dos días, pero me acuerdo como si hubieran pasado ayer. El día anterior a nuestro regreso, saboreamos un almuerzo muy rico que tú preparaste y luego escuchamos música cerca de la chimenea, donde la leña encendida calefaccionaba la casa.

Fue una buena idea a dar un paseo por el bosque. A esa altura del día, hacía mucho frío, el cielo estaba nublado y el viento soplaba de manera insistente. Tú y yo , paseando abrazados, contemplando las montañas y los árboles. Un rato después, comenzó a caer una especie de nieve. Pude tomar algunas fotografías con mi cámara, las cuales tengo pegadas en un álbum que está guardado en un lugar muy secreto.

Tus fotos bajo la intensa nevada son las mejores imágenes que tengo de tu recuerdo. Siempre te vi muy hermosa, muy atractiva y elegante. Podría decir, sin temor a equivocarme, que en el mundo no hay una mujer tan bella como tú. Ese día llegué a la conclusión que eres la mujer más hermosa y atractiva de toda la historia del planeta tierra.

Regresamos a la casa y ya era casi de noche. Y hacía más frío que al comienzo de nuestro paseo. Creo que notaste que yo estaba casi congelado, pese a que mi corazón se encontraba envuelto en llamas de amor porque estaba contigo.

Menos mal que tú sabes que yo tomo té solamente cuando no me siento bien de salud. ¡Ja, ja! Pero, g
racias a tu insistencia (con la dulce voz que tú tienes, no es necesario decir las cosas dos veces, pues no puedo resistir a tus encantos), acepté una taza de té. Fue el té más delicioso del mundo, porque lo preparaste tú. Solamente por eso.

La noche de Viena fue la única testigo de nuestro amor. Tú eres una mujer maravillosa y me has dejado una marca casi imposible de olvidar. Mi corazón te extraña con locura.



Autor: Pedro, el eterno enamorado



jueves, 18 de junio de 2009

UN BESO, UNA MELODÍA, OTRO BESO

Amada mía:


Cada beso tuyo es una melodía. Tú sabes interpretar cada nota en el momento adecuado. Es por eso que no puedo olvidarte. Soy como esos melómanos que no se cansan de escuchar una música una y otra vez.

Tus labios son una orquesta que deja impregnado en el aire la sinfonía más hermosa que jamás se haya interpretado.




Pedro, el eterno enamorado
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domingo, 7 de junio de 2009

LOS SONIDOS DE MI CORAZÓN

LOS SONIDOS DE MI CORAZÓN



Amada mía:

Deberías editar y archivar los sonidos que emite mi corazón cada vez que pienso en ti, cuando estamos juntos, cuando escucho tu voz. Es una taquicardia de amor que me llena de felicidad.
Es ese mismo corazón el que te extraña y sufre a cada instante y que espera cada uno de nuestros reencuentros.

Necesito que seas mi cardióloga de cabecera para que realices un electrocardiograma y sepas lo que siente mi corazón, porque mis palabras no alcanzarían para explicarte lo que tú significas en mi vida.

Pedro, el eterno enamorado