lunes, 1 de agosto de 2011

FRASES Y PALABRAS DE AMOR PARA TODAS LAS MUJERES ENAMORADAS (8ª PARTE)

.
.
"Amada mía: a lo lejos observé, durante varios minutos, que estabas sentada en la playa y con la mirada fija en ese hermoso sol que comenzó a ocultarse, y que nos visita y nos abandona cada día. Mi corazón me dijo que has llorado. No quise interrumpirte, pues me pareció que necesitabas estar a solas. El mar siempre nos cuenta cosas y nos escucha cuando le enviamos nuestros pensamientos o le consultamos sobre nuestras angustias. El ir y venir de las olas trae mucha paz. El silencio de la playa se quiebra por el sonido del mar y el canto de las aves que anidan en la costa. El sol me regala una imagen de la belleza de tu rostro que nunca antes había visto. Si tú me pidieras que haga una descripción de ese cuadro viviente, hoy no podría. Pasaron los minutos y me acerqué hacia donde estabas tú. Te abracé fuertemente, tú rompiste en un llanto y expulsaste toda tu tristeza. No te pregunté nada. Nos besamos y nuestros labios sintieron el dulzor de tus lágrimas".



Pedro, el eterno enamorado.


Agradecimiento especial para Maree Delgado por la postal.


---------------------------------------
.

"Amada mía: a esta playa solitaria, tú y yo hemos llegado luego de un largo viaje. Escapamos de la ciudad en búsqueda de la libertad y la paz Aqui estamos, tú y yo,para disfrutar de la naturaleza, de este mar cristalino, de esta arena tan suave como las olas que nos acarician con armonia. Cuando nos conocimos en Viena, nos juramos amor eterno. Dijimos que los momentos para reir deberian superar a los instantes para llorar. Y no te olvides, amada mia, que soñar no cuesta nada. No me alcanzaría todo el dinero del mundo para detener el tiempo del universo, y de esa forma, vivir contigo para siempre".



Pedro, el eterno enamorado


Este cuento está dedicado a cada uno de los corazones heridos de las mujeres enamoradas.


--------------------------------------

"Amada mía: junté rosas rojas del bosque ubicado al sur del camino real. Fue fácil encontrarlas en la oscuridad, pues la luz de las estrellas se reflejaba en cada pétalo como si fueran pequeños espejos. Cabalgué hasta el pié de tu balcón, trepé con una soga e ingresé a tu alcoba en puntas de pié para no despertarte. A la medianoche, deposité las rosas rojas en un jarrón, te dejé una carta perfumada, te regalé un beso y me fui. Solamente para que en tu despertar veas reflejado tu rostro en cada una de esas rosas. Te amo.


Pedro, el eterno enamorado.

--------------------------------------------


"Amada mía: tú eres la princesa que conocí aquella noche en ocasión del cumpleaños de tu padre, el rey. Tuve el honor de ser uno de los cientos de invitados. Yo pertenezco a la familia real que gobierna una comarca muy lejana. Para llegar a esa fiesta, tuve que viajar durante varias y agotadoras jornadas. Pero valió la pena. Recuerdo con lujo de detalles el momento que nos conocimos y cuando mi corazón abrió sus brazos para recibir tu primera sonrisa. Al mismo tiempo, se produjo mi primera taquicardia de amor por ti. Tus ojos fueron mis primeros masajes a mi alma y mi cuerpo, pues aquel largo viaje me provocó un cansancio terrible.

Durante las horas que bailamos tú y yo. Aquella vez, me sentí el hombre más feliz del mundo. Fuimos los únicos que no descansamos y aprovechamos cada nota, cada acorde, cada partitura de los más hermosos valses. Decirte que, aquella noche estabas muy hermosa y muy elegante, son verdades que mi corazón enloquecido grita a cada instante.

Recuerdo con mucha claridad cuando llegó la hora del brindis, yo extravié mi copa y tú compartiste conmigo ese momento. Mis labios robaron el sello dulce que habías olvidado en el borde de la copa. Si tú me preguntas sobre el sabor de la champaña, tendré que decirte que no recuerdo, pues mis cinco sentidos se estremecieron de amor aquella noche.

Lamentablemente, llegó la despedida. El beso apasionado que nos regalamos fue una experiencia inolvidable. Durante mi viaje de regreso, el cansancio y la tristeza fueron derrotados en mi cerebro, porque tu imagen y tu voz me envolvieron y me acompañaron. Tras largas jornadas, regresé a mi palacio. Al día siguiente, organicé un nuevo viaje, esta vez para proponerte matrimonio. Esa dificultad llamada distancia no iba a impedirme que estemos juntos. Además, yo tenía una orden expresda de mi corazón, pues era de vital importancia la obtención de otro sello imborrable que no es otra cosa que la marca de tus labios.

Apenas descendí de mi carruaje, tú corriste a mi encuentro y nuestro pacto de amor quedó firmado durante largos e interminables minutos. Las palabras se ausentaron, pues no tenían sentido.

Así recuerdo aquellos días en que nació nuestro amor.

.

Pedro, el eterno enamorado.


---------------------------------------


"Amada mía: veo en tus ojos la prueba más hermosa de lo que tú sientes por mí. Es difícil realizar una descripción de la imagen que registran mis pupilas. Si tuviera que expresarlo por escrito, mis manos no podrían hacerlo, pues tiemblan de amor. Si dejara hablar a mi corazón, esos sonidos acelerados y enloquecidos te enviarían una señal. Si tuviese que decirte con palabras todo lo que siento por tí, sería una tarea imposible de llevar a cabo. Mi boca no me obedece. Parece un imán que se se siente atraido y se dirige a toda prisa rumbo a tus dulces labios, para sintetizar con un beso algo que equivale a miles de millones de frases de amor".



Pedro, el eterno enamorado.


---------------------------------------


"Una mañana más de este interminable invierno. Y tú no estás. No tengo miedo. Sí tengo miedo del juicio que me iniciarán los abogados de los grupos ecologístas, pues me acusan de derrochar calefacción durante estas jornadas de bajas temperaturas. No me perdonan que mi corazón en llamas de amor y mis labios no tengan una mujer para brindarle abrigo y protección contra la nieve y el viento helado".

.

Pedro, el eterno enamorado.


---------------------------------------


"Amada mía: este cielo oscuro, con una luna llena que es muy romántica, me invita ante tu ventana para recitarte poemas de amor. Me acompañan las millones de estrellas que se parecen a cada una las sonrisas que me has regalado durante estos años de felicidad"


Pedro, el eterno enamodado


Un agradecimiento especial a Alejandra por su información.

No hay comentarios:

Publicar un comentario